El Gobierno ha bajado los brazos. Ayer logró sacar adelante por un solo voto el proyecto de recorte de gastos que le ha impuesto Bruselas. Sólo la abstención de CiU, Coalición Canaria y UPN permitió al PSOE alcanzar los 169 votos frente a los 168 en contra.
La sombra de la catástrofe planeó durante toda la mañana en la Carrera de San Jerónimo. Durante las sucesivas intervenciones, al presidente del Gobierno le pidieron un adelanto electoral y le anunciaron el fin de su etapa como gobernante.
Sin embargo, Zapatero no intervino en momento alguno. La defensa del proyecto legislativo más trascendental de su presidencia le correspondió a Elena Salgado, visiblemente cansada tras una semana en la que ha sido desautorizada en diversas ocasiones. Ambos rechazaron el turno de réplica pese a las duras descalificaciones recibidas. “Quien calla, otorga”, apuntillaban desde el pasillo unos exultantes diputados populares.
El semblante de todos los componentes de la bancada socialista dejaba traslucir la extrema debilidad del Ejecutivo y su incapacidad para lograr acuerdos. Parece haberse alcanzado un punto de inflexión. El horizonte que se presenta ante el Ejecutivo es pavoroso. Con los apoyos de ayer no podrá sacar adelante los Presupuestos y su margen de negociación ha menguado junto al aumento del déficit.
Curiosamente, la frase más dura de la sesión la propinó la misma formación que evitó que el recortazo volviera a corrales: CiU. Josep Antoni Duran i Lleida aseguró que la “etapa” de Zapatero “ya no se aguanta más y está finiquitada”.
Incluso le puso fecha de caducidad y urgió al presidente a que “asuma su responsabilidad, realice los deberes que le piden desde fuera [las reformas laboral y financiera], deshaga todo lo que ha hecho mal, que no es poco, y cuando apruebe los Presupuestos, váyase”.
Duran llegó a desdeñar los aplausos que le dieron varios miembros del Gabinete y circunscribió su apoyo a las consecuencias en los mercados que tendría una negativa. De todos modos, CiU también permitió que el recortazo no fuera tramitado como proyecto de ley, lo que habría permitido introducir algunas de las enmiendas que los nacionalistas pedían.
El líder del PP, Mariano Rajoy, apuntó que “el principal problema de la economía española”, es que el presidente continúe en el cargo. Añadió que las medidas de ajuste suponen “el fracaso de toda la política” de Zapatero, “y no sólo la económica”. Rajoy tildó de “lastre” al jefe del Ejecutivo, que aun así rehusó el guante y se mantuvo silente. Previamente, Salgado había desgranado en un tono plano las medidas ya conocidas y reclamó la reforma laboral. Nada más, en una jornada de absoluta soledad política.
Pero no fue sólo en el ámbito parlamentario donde se vio el asedio al Ejecutivo. Incluso el comisario Joaquín Almunia le reclamó que no se traslade “nerviosismo”, tras las modificaciones que ha sufrido en el BOE este trascendente proyecto. Estas críticas se unen a las que en el mismo sentido han expresado empresarios, analistas y gobiernos regionales y al desplome del PSOE en las encuestas.
El asedio que nota el Gobierno debe ser de tal magnitud que Zapatero ha renunciado a acudir al III Foro de la Alianza de las Civilizaciones, que empezaba ayer en Brasil. Tras los recortes sociales y la merma de la ayuda al desarrollo, es una nueva renuncia más del presidente en su ideario. Zapatero prefiere ahora amarrar la aprobación del techo de gasto hoy en el Consejo de Ministros.
Grietas en el seno de la familia socialista
Almunia
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, pidió ayer que se eviten en España “declaraciones irresponsables que pueda haber por parte de quien sea” que interfieran en el plan de ajuste diseñado por el Gobierno porque de lo contrario no se logrará aplacar la “enorme volatilidad” y el “nerviosismo” en el mercado. Almunia hizo estas consideraciones al ser preguntado por si las rectificaciones del Gobierno en cuestiones como la fecha a partir de la cual se prohibirá a los Ayuntamientos pedir créditos a largo plazo.
Griñán
“Que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos”. Esta frase la pronunció ayer el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, dirigiéndose al presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, durante un encendido debate ante el Pleno del Parlamento sobre la situación económica y el decreto ley de medidas de ajuste del Gobierno central. Respondía así a las declaraciones de Arenas sobre que si el real decreto no hubiera salido adelante ayer en el Congreso, “a lo mejor teníamos elecciones generales y se abría un camino de esperanza para toda la sociedad”.
PSC
Mientras el Gobierno analiza diferentes subidas fiscales, el Parlament aprobó ayer la reforma de Sucesiones y Donaciones con los votos del tripartito. Su nuevo articulado aumenta de forma considerable el mínimo exento de tributación y aplica una reducción del 95% de su valor por herencia de la vivienda habitual con un límite de 500.000 euros. Las deducciones que regula se aplicarán progresivamente hasta julio de 2011. Tanto CiU como PP votaron en contra porque abogan por la supresión total. Según el tripartito, el 94% de los catalanes no pagará el tributo con la reforma.
Sindicatos
Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, amenazaron ayer al Gobierno con la convocatoria de una huelga general en todos los sectores de la economía en el caso de que el Gobierno haga por decreto una reforma laboral profunda “y lesiva para los derechos de los trabajadores”. Los sindicatos temen que, ante la falta de acuerdo con la patronal, el Ejecutivo siga en el mercado de trabajo la línea drástica del ajuste que ha hecho sobre funcionarios y pensionistas. Zapatero quiere reunir este fin de semana a la patronal y los sindicatos para intentar cerrar un pacto.
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