Elon Musk llevaba tiempo desarrollando la
idea. Una idea, como muchas de las suyas, innovadora, rompedora,
futurista... El cofundador del sistema de pago por internet PayPal,
además de creador de la empresa espacial SpaceX y máximo impulsor del
coche eléctrico a través de Tesla Motors, ha decidido ahora irrumpir con
fuerza en el mercado energético mundial. Y lo ha hecho presentando,
hace apenas dos días, una batería doméstica destinada, según sus propias
palabras, a cambiar «la totalidad de las infraestructuras energéticas
del mundo».
Su invento, bautizado como Tesla Powerwall, es un
elegante dispositivo de uso doméstico capaz de almacenar la electricidad
suministrada por paneles solares instalados en el tejado de una
vivienda o por cualquier otra fuente de energía renovable. Se trata de
una especie de pequeño armario que contiene baterías de ion-litio, como
las de los móviles, pero capaces de almacenar hasta diez KWh de
electricidad, que puede ser utilizada después en las horas nocturnas
(cuando los paneles solares no actúan), durante eventuales cortes de luz
o, sencillamente, en los períodos de máximo consumo, cuando las tarifas
eléctricas son más elevadas.
El invento promete ser capaz de
rebajar sensiblemente la factura de la luz y es la pieza que faltaba
para hacer posible la independencia energética de los consumidores. De
hecho, la combinación de paneles solares con baterías capaces de
almacenar su energía de manera eficaz podría significar para muchos
(aunque probablemente no en España) el dejar de tener que pagar facturas
a las compañías eléctricas.
La batería, que se producirá en
varios colores (la estética también cuenta), es una especie de
estilizado panel rectangular de 130 x 86 x 18 cm. y unos 100 kg. de
peso. Se puede colgar de cualquier pared, dentro o fuera de la casa, o
instalarla en el garaje. Soporta temperaturas de entre los -20º C y los
43º, lo que permite su funcionamiento prácticamente en cualquier latitud
y época del año. El sistema, además, es «escalable», por lo que es
posible ir añadiendo más unidades a la primera hasta cubrir cualquier
necesidad energética. Todas las unidades estarán conectadas a internet y
monitorizadas por Tesla Energy, la empresa que las comercializará.
Su
precio (sin instalación) será de 3.500 dólares (hay una versión de 7
KWh por 3.000 dólares) y empezará a venderse en Estados Unidos este
mismo verano, probablemente en agosto. Más adelante, a partir de 2016,
comenzará su comercialización en el resto del mundo. Para Musk,
Alemania, uno de los países en el que los paneles solares están más
extendidos, podría ser uno de los primeros mercados, junto con Estados
Unidos, en adoptar masivamente la tecnología. Por cierto, las Powerwall
ya se pueden reservar a través de la página web de Tesla
(www.teslamotors.com).
«Nuestro objetivo -dijo Musk durante su
presentación- es el de transformar totalmente las infraestructuras
energéticas mundiales, para que sean totalmente sostenibles y no
produzcan emisiones de carbono». Un sueño de energía limpia que pone
directamente en el punto de mira el negocio de las principales compañías
eléctricas del planeta.
Para el magnate sudafricano, la nueva
batería podría jugar «un papel análogo al que tuvieron los teléfonos
móviles al reemplazar a las líneas terrestres». Según augura, sería
suficiente con que se instalarán 2.000 millones de sus baterías en el
mundo para generar toda la energía que se consume en la Tierra. Y aunque
la cifra puede parecer elevada a primera vista, basta pensar que el
número de teléfonos móviles es mayor que el de los habitantes del
planeta.
Durante su intervención, Musk aseguró también que su
Tesla Powerwall será «un gran avance para las comunidades más pobres del
mundo, que podrán prescindir así de las redes eléctricas
convencionales».
Por ahora, las baterías domésticas de Tesla se
producirán en la misma planta de la que salen los coches, aunque las
líneas de producción se trasladarán a la «megafábrica» de baterías de
ion-litio que está construyendo en Nevada y que será la mayor del mundo.
Musk anunció su construcción el año pasado, en colaboración con
el gigante japonés Panasonic, para reducir los actuales precios de las
baterías de los coches eléctricos, una de las principales barreras para
su adopción masiva por los consumidores.
Aunque ya existen soluciones
similares presentadas por otras firmas (ninguna con demasiado éxito),
la Tesla Powerwall es, según sus fabricantes, la más fiable, eficiente y
económica.
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