La utilización de lentes (planas o
curvadas) y espejos en el campo de la energía solar fotovoltaica para
mejorar su eficiencia no es nueva. De hecho, en España existe una
investigación pionera, obra de los científicos de la Universidad de
Jaen, a la espera de iniciar su proceso de transferencia tecnológica,
pero la innovación propuesta por la startup francoalemana RawLemon,
basada en Barcelona, tiene un alcance mayor por la originalidad y
versatilidad del proyecto. El sistema no solamente puede aplicarse para
generar la energía de una casa: a pequeña escala, también puede servir
como cargador portátil para un móvil.
Los emprendedores,
arquitectos de formación, han diseñado y fabricado un sistema para
generar energía eléctrica a partir de la luz solar que promete mejorar
la eficiencia energética de los clásicos paneles fotovoltaicos en un
70%. La particularidad de su invento radica en que se basa en esferas de
cristal, de diferentes tamaños, que gracias al fenómeno conocido como
efecto lupa, potencian los rayos de sol permitiendo un mayor rendimiento
a la hora de obtener energía.
De momento, los primeros
prototipos se han instalado en Barcelona, aunque la empresa ha
documentado la implantación del sistema en diversas localizaciones, por
ejemplo en la torre Ariane, ubicada en el barrio de La Defense, en
París, demostrando la posibilidad de que el edificio sea autosuficiente
desde el punto de vista energético revistiendo una de las fachadas con
módulos de pequeñas esferas de cristal.
Precisamente, la
principal aplicación que se plantea la compañía en introducir el sistema
como un estándar para la construcción en todo tipo de edificios
urbanos, permitiendo considerables ahorros a la hora de transportar la
energía.
El efecto lupa
Aunque RawLemon cuenta con tres
integrantes, el inventor de la tecnología, cuyo antecedente se
encuentra en las grabadoras Campbell-Stokes, un artefacto para realizar
un seguimiento al sol, es el alemán André Broessel. Como arquitecto, sus
clientes le pedían fórmulas innovadoras para constuir edificios más
eficientes, por eso recorrió los principales centros tecnológicos de
Alemania en busca de respuestas. "Los expertos que consultó insistían en
la idea de que los paneles solares no son eficientes. ¿Entonces, por
qué se usan? Esa pregunta se le quedó grabada", explica a Teknautas su
socio, el francés Eric Dufourd.
La idea de las esferas se le
ocurrió en 2010 viendo jugar a su hija con canicas, sobre un plato.
Observó cómo la luz se concentraba y pensó que, tal vez, ese efecto
podría ser aplicable en el campo de la energía solar. Empezó desde cero,
y durante los tres últimos años ha documentado la tecnología hasta
llegar a fabricar los prototipos que en la actualidad se están testando
en Barcelona.
Dependiendo de su tamaño, las esferas con las que
trabajan pueden ser de diferentes materiales. "Las mayores, de casi dos
metros, están hechas de policarbonato con agua destilada en su interior
porque no es eficiente que sean en este caso de cristal: son demasiado
grandes. Las más pequeñas, de 50 centímetros de diámetro, sí son de
cristal", apunta Dufourd. En este caso, podrían utilizarse como
cargadores portátiles.
En cuanto al funcionamiento del sistema,
se basa en el efecto lupa generado por las propias esferas. "Los rayos
del sol se concentran en su interior y, a continuación, se proyectan en
un punto focal, donde se encuentra el colector, que puede ser de dos
tipos. Bien las clásicas células fotovoltaicas, menos eficientes, o bien
las que se utilizan en los satélites, llamadas multijunction, que
incluyen varias capas de silicio. Cuando la luz solar llega a un panel
hay grandes pérdidas, por eso se utiliza este sistema de capas para
captar la mayor densidad posible", subraya.
Financiación vía 'crowdfunding'
Igual
que en los sistemas convencionales de paneles fotovoltaicos, las
esferas de RawLemon se pueden usar para generar electricidad o calentar
agua. "Además, nuestro próximo reto es incorporar un motor stirling a la
esfera. Entonces podríamos multiplicar por dos la potencia del
sistema".
Aunque la tecnología ha sido recibida con entusiasmo en
Estados Unidos, siendo reseñada por medios como Wired, en España
todavía no ha gozado de visibilidad. De momento, han abierto dos vías de
financiación para dar salida al sistema en el mercado. Por una parte,
han lanzado el proyecto en la palataforma crowdfunding Indiegogo. De
momento, la mayor parte de las aportaciones provienen de Estados Unidos.
Por
otra, están buscando inversores, aunque quizás España no es el mejor
lugar para encontrarlos. "Nuestra intención es hacer una nueva
generación de paneles solares para los edificios, de tal forma que
puedan generar la electricidad que necesitan para su consumo. Esto va en
contra de lo que está pasando en España ahora mismo, pero es una lucha
que hay que llevar a cabo. Creemos que las eléctricas han ganado
suficiente dinero y, además, el sol es de todos. A este paso nos van a
cobrar por todo".
Articulo extraido del COITT/AEGITT del que soy miembro.

viernes, 21 de febrero de 2014
miércoles, 12 de febrero de 2014
¿Qué tiene Telegram que la hace tan irresistible?
En España, el servicio de mensajería instantánea suma150.000 usuarios nuevos al día.
El boca a boca, o más bien las decenas de notificaciones que están recibiendo a diario cientos de miles de usuarios de smartphones advirtiendo que un amigo se ha descargado Telegram, está siendo suficiente para que el nuevo servicio de mensajería instantánea de origen ruso se haya convertido en la aplicación de moda. Solo en España, está creciendo a un ritmo de entre 150.000 y 200.000 nuevos usuarios diarios, y muchos la consideran ya la nueva bestia negra de WhatsApp, el líder al que todos quieren batir y que cerró el pasado diciembre con 400 millones de usuarios en todo el mundo (los últimos 100 millones logrados entre septiembre y diciembre de 2013). Casi nada.
La competencia en el campo de la mensajería instantánea se está recrudeciendo, pero arrebatar a WhatsApp la corona que hoy ostenta no será fácil. Su gran competidor, Line, lleva tiempo persiguiendo ese propósito, pero sigue detrás con 330 millones de usuarios mensuales. Y otros, como Viver o ChatOn, también lo han intentado. Así que ¿por qué podría conseguirlo Telegram?
Para empezar, la aplicación lanzada hace ya más de tres meses por los emprendedores rusos Pavel y Nikolai Durov, los mismos que estuvieron detrás del desarrollo de la red social VK, líder en Rusia y segunda por número de usuarios en Europa, está alcanzando su popularidad a una velocidad mucho mayor que el resto de competidores citados. La semana pasada superaron los seis millones de usuarios en todo el mundo y el efecto viral de las redes sociales parece estar jugando a su favor.
¿Qué la hace diferente? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Serán suficientes para mantener su popularidad? Telegram es una aplicación de mensajería instantánea de código abierto, gratuita y que está basada en la nube. Pero, sobre todo, se distingue por el énfasis que ha puesto en la seguridad. “El servicio utiliza un cifrado fuerte basado en una combinación propia de protocolos conocidos”, según explica Enrique Dans, profesor del IE Business School y asesor de Spotbros, un servicio español de mensajería instantánea que también ha apostado por cuidar el aspecto de seguridad su herramienta de comunicación online. WhatsApp, por contra, es una aplicación de pago, cerrada y tiene un cifrado poco seguro, lo que le ha valido numerosos problemas de seguridad.
Los fundadores de Telegram confían tanto en lo seguro que es su servicio que han ofrecido premios (más de 200.000 dólares de recompensa) para la persona o personas que logren hackear la plataforma, y han escogido como lema de la compañía un frase que resume bien su filosofía: “recuperando nuestro derecho a la privacidad”. Con Telegram, de hecho, los mensajes de las conversaciones pueden ser autodestruidos al poco de ser enviados. Un concepto que ya puso de moda la red social Snapchat y que ha cautivado a muchos usuarios.
Otra de las cosas que más ha llamado la atención del nuevo servicio de mensajería ruso es que permite almacenar y compartir con los contactos todo tipo de archivos guardados en la nube (documentos de Word, PDF...) y no solo fotos, vídeos o música como WhatsApp. música. Y nada de preocuparse por el tamaño, pues pueden enviarse cualquier cosa que pese menos de 1GB. Telegram incluso da la opción de enviar varios documentos al mismo tiempo.
El nuevo servicio de mensajería ruso es, además, multiplataforma: se puede acceder a él desde dispositivos móviles (smartphones y tabletas) y PC (algo que también ofrece Spotbros). Frente a esto, la reina de la mensajería instantánea solo puede ser descargada en móviles.
Chats en grupos más grandes
Otra diferencia que podría jugar a favor de Telegram, que puede descargarse en Google Play y App Store, es que esta solución permite crear grupos para conversar de hasta 200 personas y posee chats temporales y secretos, mientras en WhatsApp solo ofrece la posibilidad de aceptar a 50 usuarios y no da la opción de los chats temporales. Telegram coincide con WhatsApp en que no planea introducir publicidad en su plataforma, lo cual hace pensar que más adelante pudiera invitar a los usuarios a hacer donaciones o a que se descarguen futuras versiones premium.
“Como ha ocurrido otras veces con Line y otras aplicaciones, España se convierte en un laboratorio de pruebas por las especiales características de nuestra sociedad en lo referente a los procesos de adopción”, dice Dans en su blog, que advierte que una cosa es descargarse una aplicación y otra lograr un uso habitual de la misma. “Con Line pudimos ver ya cómo las cifras de descarga no equivalían necesariamente a niveles elevados de uso (...) Lo más interesante de Telegram, por el momento, es la evolución del proceso de adopción que estamos empezando a experimentar en estas semanas. Ha empezado por los early adopters, pero precisa de un contagio rápido hacia la early majority para llegar a alcanzar carta de naturaleza, para convertirse de verdad en una historia de éxito”. Habrá que ver si lo logra. El desafío está lanzado. Noticia extraida de cincodias.com.
El boca a boca, o más bien las decenas de notificaciones que están recibiendo a diario cientos de miles de usuarios de smartphones advirtiendo que un amigo se ha descargado Telegram, está siendo suficiente para que el nuevo servicio de mensajería instantánea de origen ruso se haya convertido en la aplicación de moda. Solo en España, está creciendo a un ritmo de entre 150.000 y 200.000 nuevos usuarios diarios, y muchos la consideran ya la nueva bestia negra de WhatsApp, el líder al que todos quieren batir y que cerró el pasado diciembre con 400 millones de usuarios en todo el mundo (los últimos 100 millones logrados entre septiembre y diciembre de 2013). Casi nada.
La competencia en el campo de la mensajería instantánea se está recrudeciendo, pero arrebatar a WhatsApp la corona que hoy ostenta no será fácil. Su gran competidor, Line, lleva tiempo persiguiendo ese propósito, pero sigue detrás con 330 millones de usuarios mensuales. Y otros, como Viver o ChatOn, también lo han intentado. Así que ¿por qué podría conseguirlo Telegram?
Para empezar, la aplicación lanzada hace ya más de tres meses por los emprendedores rusos Pavel y Nikolai Durov, los mismos que estuvieron detrás del desarrollo de la red social VK, líder en Rusia y segunda por número de usuarios en Europa, está alcanzando su popularidad a una velocidad mucho mayor que el resto de competidores citados. La semana pasada superaron los seis millones de usuarios en todo el mundo y el efecto viral de las redes sociales parece estar jugando a su favor.
¿Qué la hace diferente? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Serán suficientes para mantener su popularidad? Telegram es una aplicación de mensajería instantánea de código abierto, gratuita y que está basada en la nube. Pero, sobre todo, se distingue por el énfasis que ha puesto en la seguridad. “El servicio utiliza un cifrado fuerte basado en una combinación propia de protocolos conocidos”, según explica Enrique Dans, profesor del IE Business School y asesor de Spotbros, un servicio español de mensajería instantánea que también ha apostado por cuidar el aspecto de seguridad su herramienta de comunicación online. WhatsApp, por contra, es una aplicación de pago, cerrada y tiene un cifrado poco seguro, lo que le ha valido numerosos problemas de seguridad.
Los fundadores de Telegram confían tanto en lo seguro que es su servicio que han ofrecido premios (más de 200.000 dólares de recompensa) para la persona o personas que logren hackear la plataforma, y han escogido como lema de la compañía un frase que resume bien su filosofía: “recuperando nuestro derecho a la privacidad”. Con Telegram, de hecho, los mensajes de las conversaciones pueden ser autodestruidos al poco de ser enviados. Un concepto que ya puso de moda la red social Snapchat y que ha cautivado a muchos usuarios.
Otra de las cosas que más ha llamado la atención del nuevo servicio de mensajería ruso es que permite almacenar y compartir con los contactos todo tipo de archivos guardados en la nube (documentos de Word, PDF...) y no solo fotos, vídeos o música como WhatsApp. música. Y nada de preocuparse por el tamaño, pues pueden enviarse cualquier cosa que pese menos de 1GB. Telegram incluso da la opción de enviar varios documentos al mismo tiempo.
El nuevo servicio de mensajería ruso es, además, multiplataforma: se puede acceder a él desde dispositivos móviles (smartphones y tabletas) y PC (algo que también ofrece Spotbros). Frente a esto, la reina de la mensajería instantánea solo puede ser descargada en móviles.
Chats en grupos más grandes
Otra diferencia que podría jugar a favor de Telegram, que puede descargarse en Google Play y App Store, es que esta solución permite crear grupos para conversar de hasta 200 personas y posee chats temporales y secretos, mientras en WhatsApp solo ofrece la posibilidad de aceptar a 50 usuarios y no da la opción de los chats temporales. Telegram coincide con WhatsApp en que no planea introducir publicidad en su plataforma, lo cual hace pensar que más adelante pudiera invitar a los usuarios a hacer donaciones o a que se descarguen futuras versiones premium.
“Como ha ocurrido otras veces con Line y otras aplicaciones, España se convierte en un laboratorio de pruebas por las especiales características de nuestra sociedad en lo referente a los procesos de adopción”, dice Dans en su blog, que advierte que una cosa es descargarse una aplicación y otra lograr un uso habitual de la misma. “Con Line pudimos ver ya cómo las cifras de descarga no equivalían necesariamente a niveles elevados de uso (...) Lo más interesante de Telegram, por el momento, es la evolución del proceso de adopción que estamos empezando a experimentar en estas semanas. Ha empezado por los early adopters, pero precisa de un contagio rápido hacia la early majority para llegar a alcanzar carta de naturaleza, para convertirse de verdad en una historia de éxito”. Habrá que ver si lo logra. El desafío está lanzado. Noticia extraida de cincodias.com.
lunes, 3 de febrero de 2014
Trucos para descubrir si nos roban el wifi y cuatro pasos para evitarlo
Puede ser habitual que algún vecino o visitante se cuele en nuestra red wifi sin previo aviso. Desde la Comisión Nacional de Mercado y Competencia (CNMC), organismo que regula los mercados de telecomunicaciones entre otros, se explica cómo detectarlo y algunas recomendaciones para evitarlo.
Primer paso: descubrirlo
Una primera pista puede ser cuando nuestra conexión de Internet se vuelve más lenta a ciertas horas concretas del día.
La segunda pista: la luz del router destinada al wifi (a veces se indica como WLAN) continúa parpadeando tras apagar completamente todos los dispositivos inalámbricos de casa.
Segundo paso: confirmarlo
Para ello, se aconseja instalar en el ordenador, smartphone o tableta un programa que nos indique los dispositivos conectados a la red. Pueden encontrarse aplicaciones gratuitas para smartphone, tanto para Android (Fing, Network Discovery, Net Scan) como para teléfonos iPhone (Fing, IP Network Scanner, iNet). Y también para ordenadores de sobremesa: aplicaciones multiplataforma (Angry IP Scanner, Wireshark) o métodos específicos para Microsoft Windows (Wireless Network Watcher, Microsoft Network Monitor), Mac y Linux.
El programa indicará cuántos dispositivos están conectados a la red. Obviamente, si hay más de los que nosotros hemos conectados al WiFi, es muy probable que alguien esté usando nuestra conexión.
En la aplicación, cada dispositivo aparece identificado con una dirección IP (que normalmente le asigna el router al aparato) y una MAC (que la asigna el fabricante y difícilmente puede cambiarse).
En la aplicación, cada dispositivo aparece identificado con una dirección IP (que normalmente le asigna el router al aparato) y una MAC (que la asigna el fabricante y difícilmente puede cambiarse).
Tercer paso: averiguar si alguien se conectó antes
Con los programas anteriormente mencionados se descubre si alguien está usando la red en ese momento. Pero hay formas de conocer lo que ocurrió antes. Para ello, es necesario obtener la información del router a través de una página web.
La dirección del router (que será una serie de números separados de tres en tres por puntos) se obtiene en el manual del router o bien lo da el operador o bien con programas específicos para hacerlo
Una vez conocida la dirección, se escribe en la barra de direcciones del navegador de internet, de manera que accedemos a la web del router. En esa página, una vez introducida nuestra contraseña, habrá un registro en el que podemos ver las conexiones que se han realizado hasta ese momento.
Cuarto paso: proteger la red
Si ha habido accesos no deseados a nuestra red es porque no está bien protegida. Pues bien, la CNMC recomienda una serie de pasos para aumentar la protección:
- Primero: cambiar la contraseña por defecto del wifi y escoger una larga y que combine letras (mayúsculas y minúsculas) con números y símbolos.
- Segundo: configurar el router para que solo permita que se conecten ciertos dispositivos con unas direcciones MAC concretas. Aunque también se puede falsear, se pone una traba más.
- Tercero: Asignar las direcciones IP manualmente, es decir, desactivar esta asignación automática (llamada DHCP).
- Cuarto: hacer invisible el wifi o cambiar el nombre (el SSID). Es decir, poner a la conexión otro nombre distinto del original (puede facilitar pistas sobre el operador y así es más fácil descubrir la contraseña) y además que no informe de su presencia cuando alguien busque redes inalámbrica. Para conectar uno de nuestros dispositivos habrá que introducir manualmente el nombre exacto.
Artículo extraido de cincodias.com
Primer paso: descubrirlo
Una primera pista puede ser cuando nuestra conexión de Internet se vuelve más lenta a ciertas horas concretas del día.
La segunda pista: la luz del router destinada al wifi (a veces se indica como WLAN) continúa parpadeando tras apagar completamente todos los dispositivos inalámbricos de casa.
Segundo paso: confirmarlo
Para ello, se aconseja instalar en el ordenador, smartphone o tableta un programa que nos indique los dispositivos conectados a la red. Pueden encontrarse aplicaciones gratuitas para smartphone, tanto para Android (Fing, Network Discovery, Net Scan) como para teléfonos iPhone (Fing, IP Network Scanner, iNet). Y también para ordenadores de sobremesa: aplicaciones multiplataforma (Angry IP Scanner, Wireshark) o métodos específicos para Microsoft Windows (Wireless Network Watcher, Microsoft Network Monitor), Mac y Linux.
El programa indicará cuántos dispositivos están conectados a la red. Obviamente, si hay más de los que nosotros hemos conectados al WiFi, es muy probable que alguien esté usando nuestra conexión.
En la aplicación, cada dispositivo aparece identificado con una dirección IP (que normalmente le asigna el router al aparato) y una MAC (que la asigna el fabricante y difícilmente puede cambiarse).
En la aplicación, cada dispositivo aparece identificado con una dirección IP (que normalmente le asigna el router al aparato) y una MAC (que la asigna el fabricante y difícilmente puede cambiarse).
Tercer paso: averiguar si alguien se conectó antes
Con los programas anteriormente mencionados se descubre si alguien está usando la red en ese momento. Pero hay formas de conocer lo que ocurrió antes. Para ello, es necesario obtener la información del router a través de una página web.
La dirección del router (que será una serie de números separados de tres en tres por puntos) se obtiene en el manual del router o bien lo da el operador o bien con programas específicos para hacerlo
Una vez conocida la dirección, se escribe en la barra de direcciones del navegador de internet, de manera que accedemos a la web del router. En esa página, una vez introducida nuestra contraseña, habrá un registro en el que podemos ver las conexiones que se han realizado hasta ese momento.
Cuarto paso: proteger la red
Si ha habido accesos no deseados a nuestra red es porque no está bien protegida. Pues bien, la CNMC recomienda una serie de pasos para aumentar la protección:
- Primero: cambiar la contraseña por defecto del wifi y escoger una larga y que combine letras (mayúsculas y minúsculas) con números y símbolos.
- Segundo: configurar el router para que solo permita que se conecten ciertos dispositivos con unas direcciones MAC concretas. Aunque también se puede falsear, se pone una traba más.
- Tercero: Asignar las direcciones IP manualmente, es decir, desactivar esta asignación automática (llamada DHCP).
- Cuarto: hacer invisible el wifi o cambiar el nombre (el SSID). Es decir, poner a la conexión otro nombre distinto del original (puede facilitar pistas sobre el operador y así es más fácil descubrir la contraseña) y además que no informe de su presencia cuando alguien busque redes inalámbrica. Para conectar uno de nuestros dispositivos habrá que introducir manualmente el nombre exacto.
Artículo extraido de cincodias.com
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