El violento terremoto y el devastador tsunami no han sido suficiente castigo para la población japonesa. Y podría no ser el peor. Un nuevo incendio, que ya está extinguido según la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco), se ha desencadenado en el reactor 4. Mientras, en el número 2 se produjo una explosión en torno a las seis de la mañana locales, las 22.00 en en la península ibérica, causando daños en su cubierta.
El Gobierno japonés se ha visto obligado a admitir al fin que "puede haberse producido una fuga de materiales radiactivos", especialmente por causa del incendio, "que pueden afectar a la salud humana". Ahora mismo, todas las personas de la planta han sido evacuadas. Apenas quedan 50 operarios trabajando en la central. El primer ministro japonés, Naoto Kan, indicó que los niveles de radiación se han elevado significativamente tras los sucesos de la mañana en Fukushima, donde sufren problemas hasta cuatro reactores. Por eso, Kan pidió a todas las personas que se encuientren en 20 kilómetros a la redonda que abandonen la zona inmediatamente. Los que vivan en un perímetro de 30 kilómetros alrededor de la planta no deberán salir de casa, y deberán abstenerse de abrir las ventanas o encender al aire acondicionado.
Las noticias preocupantes se van propagando. Tepco ha informado de que los niveles de radiactividad tras el accidente se han disparado a los 8.217 microsievert por hora, ocho veces más que la cantidad anual a la que se encuentra expuesta una persona, ya que la emisión habitual es de 500 microsievert por hora. La agencia Kyodo, la radiación fue hasta 33 veces superior al límite legal en Utsunomiya, capital de la provincia de Tochigi, al norte de Tokio, y también se midió radiación nueve veces por encima de los normal en Kanagawa, al sur de la ciudad.
Las autoridades japonesas han informado a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de que el contenedor del reactor número cuatro de la central nuclear de Fukushima-1 ha liberado radiactividad a la atmósfera. El fuego se habría declarado tras una explosión de hidrógeno, según han indicado las autoridades niponas al organismo internacional.
El Ministerio de Transportes estableció una zona de exclusión aérea dentro de la zona calificada de riesgo en Fukushima, donde una explosión sacudió al alba el contenedor secundario del reactor número 2, y en el edificio del 4 se registró luego un incendio.
Yukio Edano, el portavoz gubernamental, señaló que el nivel de la radiación llegó a situarse hasta cien veces por encima del límite normal en el reactor número 4, mientras en el número 3 la cifra fue hasta 400 veces superior. Edano dijo que si se siguen elevando, esas cantidades pueden amenazar la salud humana.
Apenas 50 de los 800 trabajadores de Fukushima permanecen en la planta, que evacuó al resto por el riesgo de contaminación nuclear tras el seísmo de 9 grados.
La empresa operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), reconoció a su vez que no se descartan fusiones parciales del núcleo de los reactores 1, 2 y 3, pues el 4 no estaba en funcionamiento en el momento del fuego.
Kan instó a los ciudadanos a mantener la calma ante la serie de accidentes en Fukushima, que han alarmado al mundo por el temor a una emergencia nuclear.
Sin embargo, el Organismo Internacional de la Energía Atómica aseguró que las radiación emitidas hasta entonces desde la planta eran limitadas.
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